De Casa Julia al Pienzu: La Biescona y el Fito
Dificultad: fácil
Kilómetros: unos 14
Tipo: circular
Salida: Casa Julia
Llegada: Casa Julia
Hacía unos meses que, corriendo por la pista finlandesa de Oviedo, me había fijado en la sierra del Sueve. Me llamaba la atención esa mole a un paso de la playa. Poco después empecé a mirar en los blogs de montaña de Asturias, y descubrí la Biescona. Esta sería mi primera montaña del 2014 y creo que es una muy buena opción para comenzar la temporada.
Dejamos el coche en el aparcamiento frente a Casa Julia, una casona solitaria, cerca de Lloroñe, en el km 14'1, y con una finca amplia bajo el pico Babú. La niebla era espesa y el Babú apenas era una sombra. Desde la Casa Julia sale la pista que nos conduce al hayedo de la Biescona, sólo hay que seguir la dirección de la pista que nos llevará por todo el valle que vemos ante nosotros.
Pronto llegamos a las minas de La Toya.
Esta es una ruta fácil de explicar, sólo hay que dejarse llevar por el bosque y disfrutar de la zona.
Cuando ya estamos saliendo del bosque, nos aparece la reina de la zona, la hayona. Nosotros la encontramos desnuda.
Cuando ya salimos del bosque, juntándonos con la pista que viene del Fito, tenemos que dirigirnos a la collada Bustaco.
Tenemos la cruz del Pienzu a la vista, lo que hace aún más fácil la ruta.
Caminando por pista bajo la ladera del Pienzu, llegamos al collado Beluenzu.
Aprovecharemos para sentarnos a picar algo antes de afrontar la subida al Pienzu. Para subir al picu hay varios senderos, lo mejor es ir trazando Zs para hacer más cómoda la subida.
Y llegamos a la cruz...
El Pienzu es una atalaya impresionante, su ubicación a un paso de la costa, cerca del centro de Asturias y sin grandes montañas que le corten las vistas a las altas cumbres de los Picos, hacen de esta montaña un lugar para sentarse a disfrutar. Por desgracia, la bruma y la niebla sólo nos permitían ver sombras. Aunque, es verdad, que la neblina le aportaba un toque especial al día.
No sabemos cuánto nos llevará la vuelta a Casa Julia, así que toca bajar hasta el Fito. Volvemos a la collada Bustaco pero antes aprovecharemos para comer junto a la fuente que nos encontraremos debajo de la pista.
Al llegar al Bustaco paramos a hablar con uno que viene corriendo desde el Fito, la verdad que es una zona muy guapa para correr. La anécdota del día es tener que acabar llamando al 112 porque hay un incendio en una de las laderas del Sueve.
Por esta zona tenemos unas buenas vistas de la zona de Arriondas.
Por un camino de roca y arena, mezclado con zonas de prao, vamos llegando a la carretera. Una vista atrás de la ruta, subiendo por el valle, el hayedo, hasta girar bajo la ladera de La Govieta.
Llegamos a la carretera por la que bajaremos hasta el coche.
Para acabar, el Sueve nos deja otra perla, venenosa, pero impresionante. Unos seis-siete metros que medía esta cadena de procesionarias.