Funámbulos
Todos nacemos funámbulos.
Nuestra soga tiene nombre;
Tiempo le llama quién no la conoce.
Todos nacemos funámbulos.
Nuestros pies sonríen a la muerte,
mientras nuestras manos lo hacen a la vida.
Entre la vida y la muerte, la nada.
Todos nacemos funámbulos
hasta que, en un día jamás pensado,
a dormir nos retiramos.